Kroos se convierte, nada más comenzar la temporada, en el principal motivo de preocupación del Real Madrid. Tuvo que retirarse del partido contra el Betis antes del descanso porque notó que no podía superar las molestias que estaba sufriendo en el glúteo izquierdo.
Zidane reaccionó rápido e hizo entrar a Luka Modric. Más de uno pensaba que el técnico estaba enfadado con la actuación de los suyos y pretendía hacer una sustitución táctica, pero nada más lejos de la realidad: el alemán le había pedido que le sacara.
De hecho, en una acción del juego, se le pudo leer perfectamente en los labios al centrocampista "no puedo". Ciertamente, después de notar el dolor, se quedó un rato en el campo para ver si era capaz de seguir adelante. Al final, se apartó para evitar más riesgos.
Fue una mala noticia para un Madrid que estaba claudicando ante el Betis. Los 'merengues' se habían puesto por delante gracias a un jugadón de Benzema y un disparo de Fede Valverde, pero los andaluces remontaron de la mano de Mandi y Carvalho.