Corría el minuto 17 cuando Leo Messi entró en el área regateando a varios jugadores del Liverpool. Encimado por varios defensas y por la línea de fondo, el argentino quiso marcharse de Matip, pero tras una serie de rebotes, el balón dio en la mano del defensa del Liverpool
Messi se quejó mientras el Liverpool montaba la contra en los pies de Salah. Una vez la jugada del conjunto inglés finalizó, con recuperación del conjunto azulgrana, Kuipers se llevó la mano a la oreja para hablar con el árbitro del VAR, Danny Makkelie.
Tras unos segundos realizando obervaciones, Kuipers dio luz verde para que el balón se pusiese en marcha, ante las protestas de todos los jugadores del conjunto azulgrana por un penalti que veían claro.
1 de mayo de 2019