Y es que, como se puede ver en la imagen, las líneas de banda no forman un ángulo de 90 grados respecto a la línea de fondo, lo que provoca que la cancha esté ligeramente orientada hacia un lado.
Al percatarse la AFA, no lo dudó ni un segundo y lo clausuró durante unas semanas, lo que tarden los servicios de obras en enderezar la dirección de las líneas y en replantarse un nuevo césped.
Lo realmente curioso es que Liniers lleva jugando desde hace 30 años en este estadio y, hasta ahora, nunca se ha clausurado por su peculiar orientación.