La afición de Marruecos, desilusionada tras otra caída en cuartos

"Estamos acostumbrados a las frustraciones", lamentaba un hincha de Marruecos que este domingo seguía el partido ante Egipto en un café en las afueras de Rabat, mientras contemplaba en la televisión la euforia egipcia por la victoria.
En el establecimiento, que colocó dos pantallas dentro y fuera para la ocasión, muchos guardaban la esperanza de poder romper la maldición de los cuartos de final, una barrera que no ha superado desde 2004.
Los aficionados, varios vestidos con camisets de Marruecos, empezaron el partido con vítores y aplausos y varios ondearon las banderas que llevaban tras el penalti de Boufal que subió los ánimos de los presentes.
Pero de pronto reinó la desilusión tras el empate egipcio, y con el segundo gol en la prórroga, muchos se levantaron para abandonar el lugar. Otros se quedaron inmovilizados, con las miradas fijas en el televisor y las manos sobre la cabeza.
"Nuestros jugadores están cansados y desestabilizados psicológicamente con el empate y la jugada de Salah", explicaba un aficionado a 'EFE' con los ojos puestos en una de las pantallas.
En Marruecos, había este domingo mucha expectación por el partido con las redes sociales encendidas de apoyo a su selección, los 'leones del Atlas'. Los medios del país magrebí lo veían casi como un ´clásico' contra el país más laureado de la CAN.
Ante la esperada afluencia de los aficionados, las autoridades locales exhortaron a los propietarios de los cafés a tomar medidas para evitar la propagación del COVID-19. Pero la maldición que parece pesar sobre el equipo marroquí no dejó lugar a celebraciones.