La Jefatura Policial de Milán prohibió los 30.000 silbatos que la afición del Inter pretendía hacer sonar este domingo en el recibimiento al belga Romelu Lukaku, exjugador 'nerazzurro' que se reencontrará con la hinchada interista vistiendo la camiseta de la Roma tras su polémica salida en el mercado de verano.
Lo que un día fue un vínculo casi irrompible es ahora una relación tensa. La misteriosa salida de Lukaku tras un año cedido en el Inter y no haber renovado dejó descolocada a la afición, incendiada además por los rumores de una posible negociación con la Juventus que convirtieron la incertidumbre en odio.
No llegó a firmar por el club juventino y recaló en los últimos días de mercado en la Roma de otro gran conocido interista como el técnico luso José Mourinho, que, expulsado ante el Monza, no podrá recibir los vítores de una afición que le ama por lo logrado en 2010, un triplete histórico.
2 reencuentros radicalmente diferentes y que no serán lo que la afición local en San Siro hubiera deseado. Porque sin Mourinho sobre el césped por segundo año consecutivo -se perdió el duelo de la pasada temporada por otra expulsión- el homenaje se hace imposible, y la idea de una pitada sonora con silbatos para recibir al ariete belga, ampliable a cada vez que tocara el balón, fue prohibida por las autoridades de Milán.
Sin embargo, lejos de rendirse tras la negativa, la afición del Inter está intentando organizarse en redes sociales para descargar en los teléfonos móviles la aplicación 'Whistle' (silbar en inglés), que imita el sonido de un silbato y que podría usarse multitudinariamente al tiempo que evita los controles en el estadio, que serán exhaustivos para impedir la entrada de silbatos.