En una época en la que el fútbol moderno está evolucionando, grandes grupos como el City Group adquieren entidades históricas para seguir expandiendo su modelo de negocio. Esta vez, el objetivo de los propietarios del grupo fue comprar la propiedad del NAC Breda, pero vio su plan frustrado.
El año pasado, llegaron a un acuerdo con el club para establecer su compra por siete millones de euros y de esa forma unirlo a una larga lista de diez equipos que están bajo el control de la empresa. Sin embargo, el City Group no contó con el papel de la afición neerlandesa.
Los aficionados decidieron negarse a dicho acuerdo y comenzaron a manifestarse desde diferentes puntos. La principal razón: no quieren que el club pierda su identidad y que se convirtiera en una factoría de jugadores cedidos.
'The Guardian' apuntó que no hay problemas por parte de los compradores y añadió que quieren seguir manteniendo una relación de cordialidad con los neerlandeses. Los hinchas ganaron esta vez y el NAC Breda seguirá siendo de un grupo de accionista local.