La afición 'faraónica', orgullosa de su selección pese a no lograr el título

Los aficionados egipcios confiaron este domingo hasta el final en su defensa y, sobre todo, en el portero Abu Gabal 'Gabaski', para lograr su octava Copa de África, pero, a pesar de perder en los penaltis ante Senegal, acabaron satisfechos con su selección y achacaron la derrota a la mala suerte.
"Egipto jugó un buen partido. Jugó bien, pero hubo mala suerte", aseguró a 'EFE' Mohamed, de 30 años, al término del encuentro.
También se dijo satisfecha Merna Ezat, de 29 años y trabajadora de una farmacéutica, tras ver la final en una cafetería de Guiza, donde era una de las pocas mujeres presente: "Tuvo un juego más organizado que el partido anterior, a pesar del cansancio y el esfuerzo".
En El Cairo, los aficionados volvieron a llenar las cafeterías, teterías y cualquier local con televisor. Las calles del centro de la ciudad están de nuevo semidesiertas ante la vigilancia policial, en el empeño de las autoridades de evitar aglomeraciones en el que fue el escenario de la primavera árabe, hace nueve años.
Pero en un pequeño callejón del barrio de Abbaseya, una pequeña multitud, prácticamente todos hombres y ninguno con mascarilla, abarrotan las hileras de filas que las teterías han dispuesto frente a grandes pantallas como si se tratara de pequeños cines de verano, pese a que Egipto vive el invierno más frío de los últimos años.
Al principio, con el claro dominio de Senegal, penalti fallado incluido, todos observan la pantalla absortos y casi en silencio, mientras beben té y dan caladas a sus shishas. Solo estallan cuando Abu Gabal para la pena máxima y con el primer y tardío tiro a puerta del Mohamed Salah.
Pero poco a poco se van animando y conforme los egipcios se van acercando al área senegalesa o amagan con un contraataque, un murmullo recorre el callejón. "Estamos esperando a que marque un gol", dice Hosny, un traductor de 27 años, mientras discute las jugadas con un grupo de amigos.
No obstante, no tiene reparos en reconocer que, aunque su selección cuenta con uno de los delanteros más en forma del mundo, su confianza está puesta en la zaga: "Lo mejor de Egipto en esta Copa está siendo la defensa".
"El juego está al 50%", dice otro ante el escepticismo de los que le rodean.
"En la primera parte hemos jugado muy a la defensiva. Abu Gabal está siendo el mejor del partido, pero creo que eso va a cambiar en la segunda parte y que Salah va a marcar", asegura en el descanso Hesham, de 27 años.
Los aficionados egipcios son conscientes de que Senegal está jugando mejor y, a falta de jugadas de su equipo que celebrar, aplauden con pasión cada intervención de su guardameta.
La salida al campo de Trezeguet, el héroe de la victoria en cuartos sobre Marruecos despierta de nuevo sus esperanzas y cualquier ocasión de gol, por mínima que sea, los levanta de sus asientos.
El final de la prórroga con empate sin goles les provoca buenas sensaciones. "Igual que con Camerún", recuerdan en referencia a la victoria en la tanda de penaltis en semifinales.
Pero esta vez Gabal no pudo repetir su actuación estelar en aquella tanda y Salah se volvió a quedar sin tirar el penalti final.
Hosny se mostró decepcionado con el delantero del Liverpool, pero se mostró orgulloso de su selección: "En la fase de grupos no jugó bien, pero luego mejoró mucho".