Ya se hizo viral una asistencia que hizo De Bruyne en este verano porque reunió precisión, calidad, control y rapidez, porque los centrocampistas son aquellos magos que sin ellos no sería tan fácil que un delantero celebrara un gol.
Quizá eso mismo pensó Dembélé en cuanto vio que el balón se colaba dentro de la portería y podía poner el cuarto en la goleada del Barcelona al Nápoles, ya que el pase de su compañero de De Jong fue medio tanto.
A un metro de la media luna, De Jong recogió el balón y vio al francés desmarcándose por la derecha, haciendo gala de su visión de juego y no se lo pensó dos veces para filtrarle el balón por medio de hasta tres defensas, o cuatro si se cuenta el que llegaba por detrás.
Con un toque con el exterior de la bota, De Jong le dejó el balón delante a Dembélé, que ya hizo la guerra por su propia cuenta hasta llegar a marcar. El holandés, ex del Ajax, volvió a dar razones sobre su fichaje por el Barcelona y sobre por qué se ha hablado de él en estos meses. Ilusión irradia.