El fútbol argentino ha vuelto a vivir uno de esos días negros. La violencia ha vuelto a aparecer en los estadios, concretamente, en el de Godoy Cruz en su partido contra San Lorenzo.
La barra de Godoy Cruz hizo suspender un partido que transcurría por el minuto 7 de la segunda mitad. Y es que los aficionados más ultras del conjunto local se dedicaron a lanzar piedras al terreno de juego, poniendo en peligro la integridad de los futbolistas.
Todo ello viene de una disputa interna que tiene la barra. Explica 'Clarín' que una facción antigua quiere recuperar su sitio en la tribuna, lugar que no tienen ahora mismo.
Comenzó todo en la previa del encuentro. Horas antes del duelo, los autobuses en los que se desplazaba San Lorenzo fueron apedreados. De hecho, se registró un herido, un integrante del equipo de prensa.
Aún fuera del estadio, la policía tuvo que disparar balas de goma ante la barra de Godoy Cruz, que intentó acceder al recinto sin entradas. 25 minutos después de comenzar el partido, 50 encapuchados lograron entrar a la tribuna y tiraron una bomba de estruendo cerca de Gastón Gómez. También rompieron los inodoros y lanzaron al césped los trozos de cerámica rotos.
Pese a todo ello, el colegiado siguió con el encuentro hasta el descanso. Prosiguió con la segunda mitad, con la grada vacía salvo los 50 encapuchados, que arrojaron piedras y trozos de los inodoros a la portería de Petroli. Finalmente, y tras la entrada de la policía, el colegiado suspendió el encuentro.