El argumento que utiliza la Bundesliga, en representación de los 36 equipos militantes en la primera y la segundad categoría del fútbol alemán, es que la creación de esta Superliga Europea no haría más que aumentar la brecha entre los clubes grandes y los pequeños.
"El concepto de la ECA es inaceptable debido a las consecuencias que tendría para todas las ligas a nivel nacional", comenzó explicando Christian Sifert, quien pidió sentido común y mesura al presidente de la UEFA.
"Estamos convencidos de que Aleksander Ceferin entenderá el valor que tienen las ligas nacionales y creemos que moderará estos procesos con previsión. Una reforma de las ya exitosas competiciones europeas tendría que satisfacer a todos los participantes, no solo a unos pocos", añadió.
Sifert no se quedó ahí y puso dos argumentos por los que, a su juicio, la Superliga Europea perjudicaría al fútbol a nivel nacional: "Hay dos puntos muy importantes: el número de partidos en el calendario y el acceso a las competiciones europeas. Los cambios que se hagan no deben poner en riesgo la importancia ni el futuro de las ligas nacionales".
Por último, mandó una advertencia muy concisa a la UEFA: "Un cambio así acabaría provocando un daño sustancioso a todo el fútbol europeo... y eso no puede ir acorde a los intereses de la UEFA". Pese a la postura pública de la Bundesliga, uno de los clubes alemanes, el Bayern de Múnich, sí está a favor de la creación,