Los entrenadores no se cansan de decir que un balón parado mal sacado puede convertirse en contra perfecta del rival. Así fue en El Sadar, donde Osasuna tuvo ocasiones de todos los colores este viernes.
Un robo en la frontal de Osasuna provocó que el equipo de Arrasate corriera en velocidad hacia la portería de Joel, llegando a haber seis atacantes frente a dos defensores del Betis.
Adrián López asistió finalmente en el área para el Chimy Ávila, que no pudo superar a un inconmensurable Joel. Se le hizo pequeña la portería al '9' de Osasuna.
El encuentro, incomprensiblemente, terminó 0-0 y Arrasate se podrá tirar de los pelos por las ocasiones desperdiciadas. Esta fue la más clara, pero cuando el balón no quiere entrar, no hay manera...