Aprobado en no recibir goles (el Valladolid ha encajado solo 23, los mismos que el Barça, siendo el sexto menos goleado de Primera), pero suspenso en anotación (se han marcado apenas 17, el tercer registro más bajo de la categoría, solo por detrás de Leganés y Espanyol, y empatado con el Celta, los tres que están en descenso).
Pese a todo, el 5-3-2 del Valladolid en Pamplona no pareció disgustar a Sergio. Le sirvió para ser aún más sólido en defensa, pero no para ganar el partido, pese a haber tenido oportunidades para hacerlo (y también para perder, las cosas como son).
La defensa de cinco, con tres centrales y dos carrileros de corte más defensivo que ofensivo, necesita ser pulida, pero tras el 0-0 de El Sadar quedó claro que es una opción posible dentro del abanico táctico de Sergio.