La despedida perfecta para un ídolo: gol y la grada a sus pies

"Ver que la gente te quiere tanto como tú a ellos, eso es lo más bonito", declaró tras el partido el jugador realista que aseguró estar "emocionado porque son muchos años y experiencias con momentos buenos y malos que es lo que deja el fútbol".

Volvió a sorprender al recordar que el deporte rey no es "la gran pasión" que tiene, aunque reconoce todo lo que le ha aportado en su vida personal y dijo que ahora se va a la MLS americana "con la intención de lograr cosas en Estados Unidos después de 11 años en Europa".

Vela dijo que su próximo destino supondrá también una oportunidad para "estar más cerca de la familia" y comenzar una nueva vida tras dejar la Real "por la puerta grande" y con intención de "volver algún día".

El mexicano recibió en su último partido, tras seis años con la camiseta blanquiazul, el cariño del público de Anoeta así como de la plantilla y el cuerpo técnico, encabezado por Eusebio que deseó a Vela "lo mejor en su carrera profesional".

El saludo antes del saque inicial, una pancarta gigante desplegada en el graderío este, luminaria en el minuto 11 del encuentro en el estadio, manteo final y selfies con sus compañeros en el vestuario fueron algunos de los actos organizados e improvisados con el que la Real despidió a uno de los mejores jugadores que ha tenido en su historia.

Entró en el minuto 78 como sustituto de Canales en un partido que no estaba decidido porque el Sevilla apretaba y buscaba el empate, estuvo a punto de marcar en su primer balón que estrelló en el lateral de la red y dejó lo mejor para el último minuto de su carrera en la Real con un gol adelantándose a los centrales sevillistas.

Vela deja el club donostiarra por el que fichó en la temporada 2011/12 y lo hace como el segundo máximo goleador extranjero de la Real con 71 tantos y ahora, a sus 28 años, inicia la aventura americana en Los Ángeles y deja ese tercer gol del partido ante el Sevilla como último legado.

 

20 de diciembre de 2017