Parecía muy cómodo el Ajax con el 2-0 del primer tiempo, pero entonces Lucas Moura decidió vestirse de héroe. Fue el brasileño el que puso patas arriba el partido, con sus goles.
Primero recortó distancias con una jugada de pura potencia, que salió adelante por su sola determinación. Tenía el gol entre ceja y ceja, y lo logró. Eso sí, con un cambio de piernas para enmarcar con el que desarboló a Onana.
8 de mayo de 2019
Pero la cosa no terminó ahí. Porque solo cuatro minutos después fue Lucas el que se aprovechó del desbarajuste que se había formado en el área del Ajax.
Onana tapó un disparo a bocajarro, el balón rebotó en Fernando Llorente y de nuevo en el portero del Ajax. Y cuando se tiró a atraparlo, se topó con Schöne, y la jugada se volvió surrealista del todo.
Como si del FIFA se tratara, a Onana se le escapó el balón un par de veces. Rebotó por varios jugadores y le cayó a un Lucas Moura que supo tener la templanza necesaria para con un zurdazo alojarla en el fondo de las redes e igualar el partido.
8 de mayo de 2019
El Tottenham se puso, en un abrir y cerrar de ojos, a un gol de la gran final. Y todo gracias a las ganas de ganar de un hombre, Lucas Moura.
8 de mayo de 2019