El Olympique de Marsella se midió el pasado 16 de mayo al Atlético de Madrid en la final de la Europa League. El encuentro, celebrado en Lyon, finalizó con victoria 'colchonera' por 0-3.
Los aficionados franceses fueron acusados de formar disturbios en las gradas, producir daños y lanzar bengalas reiteradamente, así como otros objetos al terreno de juego. Lo que obligó incluso al árbitro holandés Björn Kuipers a detener el partido en varias ocasiones por la peligrosidad de los artefactos y por el humo que dejaban.
La Comisión Disciplinaria de la UEFA reaccionó convocando una reunión el pasado 31 de mayo, si bien no se pudo resolver una sanción por la premura y la gravedad de los sucesos.
No fue hasta el pasado 14 de junio cuando la Comisión dio una respuesta a los acontecimientos. Para el Atlético, supuso el cierre parcial de 3.000 asientos del Wanda Metropolitano para su primer duelo de la Champions League de la próxima temporada, y una multa de 2.000 euros por lanzamiento de objetos.
Por su parte, la sanción para el Olympique de Marsella se definirá el próximo jueves 19 de julio. El conjunto marsellés recibirá una durísima sanción por los incidentes, a lo que se le suma que su reincidencia, pues ya ocurrió lo mismo en la pasada edición de la competición ante el Salzburgo.
Según el artículo 6 del Código Disciplinario de UEFA, las sanciones pueden ir desde una elevada multa económica, cierre parcial o total de su estadio, o la privación de vender entradas a sus grupos hinchas.