Hope Solo fue concebida en una cárcel de Estados Unidos en una visita de su madre a su padre que cumplía condena. A los siete años fue secuestrada junto a su hermano por su padre cuando se dirigían a un partido de béisbol.
Empezó en el fútbol como delantera y fue en la Universidad de Washington cuando fue reconvertida a portera. Fue seleccionada con su país para Atenas 2004, aunque en aquella ocasión no pudo jugar un solo minuto.
Cuatro años después en Pekín, ya como titular, se proclamó campeona olímpica, y tres años más tarde, subcampeona del mundo en Alemania 2011. Antes de Londres 2012, un positivo por doping enturbió su exitosa carrera.
El positivo fue por un diurético, que, según Solo, se encontraba en un medicamento premenstrual que estuvo tomando sin conocer que contenía una sustancia prohibida.
Para limpiar su nombre trabajó con la Agencia de Anti Dopaje de Estados Unidos (USADA) y en Londres consiguió su segundo oro olímpico, firmando, además, una estelar actuación en la final.
En el Mundial 2015 en Canadá, Hope Solo se proclamó campeona del mundo y recibió el premio a la mejor portera por segunda vez consecutiva, pero poco después vendría un nuevo episodio que mancharía su reputación.
Tras llamar a las jugadores suecas 'cobardes' fue suspendida por seis meses, sanción que conllevaría la finalización de su relación con la Selección de Estados Unidos.
Su vida extradeportiva ha marcado fuertemente su carrera y su carácter. Su marido fue arrestado por violencia doméstica el día antes de su boda y un par de años más tarde fue ella la arrestada por el mismo hecho contra su hermana.
Además de otros sucesos de menor importancia relacionados con el alcohol, el último escándalo ha venido a raíz de la grave acusación que hizo la futbolista en relación a unos supuestos abusos sexuales del ex presidente de la FIFA Blatter.