Sorín lleva ya un buen tiempo alejado de los terrenos de juego. No ha perdido la melena, pero ahora luce una (aún más) frondosa barba. Cuesta reconocerle, pero en algo no ha cambiado: sigue siendo un tipo comprometido.
Comprometido con una causa que considera justa, y es el fútbol femenino, y la aceptación de este deporte como algo normal, como lo es el masculino. Su encendida defensa del mismo, feminista incluso, ha sido para quitarse el sombrero.
"Todos tenemos el mismo derecho a disfrutar de esta pasión. Las niñas tienen derecho a soñar desde muy chiquitas. Durante muchos años el fútbol fue muy machista, muy injusto. Esta revolución no para más", afirmó el ex futbolista.
March 6, 2020