Su nombre era uno de los más pronunciados a mitad de la década pasada. Todo el mundo veía en él a una de las mayores promesas del fútbol inglés y mundial.
Y es que Theo Walcott despuntó desde muy joven y a los 16 años fue fichado por el Arsenal, club con el que un año después firmaría su primer contrato profesional.
En sus primeras temporadas con los 'gunners', Theo batió numerosos récords de precocidad, siento el jugador del club más joven en debutar en una competición europea.
Su año 2006, pese a una lesión, hacía pensar que el mundo estaba ante una estrella en ciernes, pero los problemas físicos y la irregularidad dictaron lo contrario.
Walcott nunca llegó a ser aquello que prometía ser, pero tampoco fue un futbolista que se quedó por el camino.
En total, el rápido atacante británico disputó un total de 374 partidos con el Arsenal, anotando 103 goles durante doce campañas antes de su marcha al Everton.
Ahora, con 30 años a sus espaldas, Walcott es una de las referencias por su experiencia en Liverpool e intenta ayudar al máximo en un equipo en el que no tiene la presión de la etiqueta que se le puso desde sus inicios en Londres.
Este domingo se verá las caras ante el que fue su equipo, impaciente por tener algunos minutos y poder demostrar el jugador que es y no el que fue o pudo haber llegado a ser.