La Fiscalía portuguesa abrió este lunes una investigación sobre los cánticos e insultos racistas dirigidos contra el jugador del Oporto Moussa Marega durante el partido que enfrentó a los 'dragones' con el Vitória Guimaraes en el estadio Dom Afonso Henriques.
La apertura de este procedimiento, confirmado a 'EFE' por fuentes de la Fiscalía, está a cargo del Departamento de Investigación y Acción Penal (DIAP) de Guimaraes. El jugador abandonó el partido en el minuto 74 después de recibir insultos racistas de una parte de la grada, que le gritó "macaco" y "chimpancé".
El episodio desencadenó una cascada de reacciones en Portugal, desde el mundo del deporte a las altas autoridades de la política, que criticaron lo ocurrido y mostraron su apoyo al futbolista.
El presidente de la Federación Portuguesa de Fútbol, Fernando Gomes, emitió un comunicado de repudia en el que aseguró que hará todo para que los aficionados que no respetan al contrario "se queden definitivamente en la puerta de los estadios".
También se manifestó el primer ministro luso, António Costa, quien dijo en su cuenta de Twitter que todos los actos de racismo "son delito e intolerables", mientras que el secretario de Estado de Juventud y Deporte, Joao Paulo Rebelo, avanzó que la Policía busca a quienes insultaron al maliense para "castigarlos ejemplarmente".
Igualmente, se pronunció el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa. "El pueblo portugués sabe, incluso por experiencia histórica, que el camino del racismo, la xenofobia y de la discriminación, además de representar la violación de la dignidad de la persona humana y de sus derechos fundamentales, es un camino dramático en términos de cultura, civilización y paz social", sentenció el jefe de estado luso.