La fortaleza del Espanyol es su defensa

El choque contra los de Simeone fue el último ejemplo de la seguridad atrás del cuadro blanquiazul. Desde el mes de octubre, en la Liga, únicamente el Eibar ha sido capaz de batir a los pupilos de Quique Sánchez Flores, con un empate (3-3) en Cornellà-El Prat. En Copa, han firmado un 1-1 frente al Alcorcón.

Actualmente, el Espanyol ha encajado 17 dianas, el noveno que menos tantos recibe. Sin embargo, esta cifra debe leerse valorando el abultado 6-4 del estreno de temporada que sufrió el equipo contra el Sevilla en el Sánchez Pizjuán. Precisamente, ese marcador provocó que el entrenador pusiera el foco en el sistema defensivo.

La insistencia en las tareas de contención ha dado resultado. Los marcadores de los últimos partidos así lo demuestran. La consolidación de la pareja de centrales formada por David López, reconvertido del mediocentro, y del mexicano Diego Reyes, nuevo fichaje de esta temporada, ha sido una de las claves de este éxito.

También lo es el gran estado de forma del portero Diego López, cedido esta temporada por el Milan italiano. El meta gallego está rindiendo a un gran nivel y acumula elogios de compañeros y rivales. Ayer, contra el Atlético en el Calderón, sus actuaciones fueron esenciales para que el choque mantuviera el empate a cero.

Con 72 paradas, Diego López es el cuarto mejor portero de Primera División en esta faceta, sólo por detrás de Adán (97), Sergio Asenjo (92) y Fernando Pacheco (77). Diego López ha desbancado de forma meteórica a Roberto, fichado este verano por el Espanyol al Olympiacos griego por 3,5 millones de euros para ser el titular.

El rendimiento defensivo, pese a todo, es un mérito colectivo. En este punto insisten de forma constante todos los integrantes de la plantilla catalana. Sin ir más lejos, el central Diego Reyes alababa la pasada semana el desgaste de los delanteros blanquiazules, que corrían 12 kilómetros por parte. Todos suman.

Las actuaciones individuales, mantiene el técnico, deben estar al servicio del grupo. Antes de medirse al Atlético, el técnico citó el libro 'Canastas Sagradas' de Phil Jackson, que a su vez recoge la frase de 'El segundo libro de la jungla' de Rudyar Kipling: "La fuerza de la manada es el lobo y la fuerza del lobo es la manada".