La franja verde se queda en Primera División. El Elche de Fran Escribá hizo lo que tenía que hacer en la última jornada de la Liga, derrotar al Athletic y esperar a los resultados de sus rivales directos. La SD Huesca, mejor posicionada por la permanencia, firmó unas tablas de sentencia dramática ante el Valencia, y cayó a Segunda, lo que dejó sitio a la salvación ilicitana.
El equipo, en un Martínez Valero con alrededor de 5.000 aficionados de vuelta, se supo generalmente superior a los 'leones'. Generalmente, porque estos gozaron de sus opciones aunque fueran a remolque. Sin nada en juego, la propuesta de Marcelino no era la más peligrosa que podría haber alineado, pero, de haber abrigado más acierto, quizá hubiera complicado más la felicidad local.
De hecho, el conjunto vasco fue de más a menos. En la primera mitad, ayudó a construir un clima de igualdad que incluso contuvo la sensación de que sus internadas eran las más profundas por mucho que sus contrincantes, evidentemente más intensos porque se jugaban la vida, protagonizaran posesiones más densas.
Esto último terminó imponiéndose como realidad y principal motivo de la victoria del Elche. Sobre todo en la segunda mitad, aunque se adelantara antes, el conjunto llevó la voz cantante y jugó mejor. Lucas Boyé, antes de la media hora de juego inicial, y Raúl Guti, de un golazo en el minuto 73, firmaron los tantos.
Deberes hechos y resultados que sonríen
El Elche superó y derrotó al Athletic en un encuentro que, en otras ocasiones, ha acogido otras consecuencias. Esta vez, los de Fran Escribá se vieron premiados por su dominio no solo en su propio encuentro, sino en el de la SD Huesca. El equipo hizo pues lo que tenía que hacer y los resultados le sonrieron.
La fe de Lucas Boyé y la calidad de Raúl Guti marcaron las diferencias, además de los goles. Fueron los más destacados de la plantilla. El delantero fijó constantemente a los centrales, siempre ofrecía alternativas de pase a sus compañeros y hasta pudo hacer doblete. Le faltó tener la mirilla algo más centrada porque varios chuts se le desviaron.
Su primer gol, eso sí, contó con un protagonista inesperado. Un recogepelotas, fiel a sus colores franjiverdes, advirtió que Núñez se había salido del campo y devolvió la pelota rápido a uno de los jugadores locales, que se asoció con Pere Milla, el encargado de encontrar a Boyé en el área para su definición de primeras al fondo de las mallas.
Ya en el segundo acto, cuando los ilicitanos parecieron esterilizar las principales amenazas con las que el Athletic azuzaba la posibilidad de empatar el partido, Raúl Guti dibujó, asistido por Lucas Boyé, un tanto espectacular desde la frontal. Con el interior de la diestra, le quitó las telarañas a la escuadra de la meta de Jokin Ezkieta. Imparable.
A por la siguiente temporada
Desde el punto de vista del Athletic, el último partido de la temporada marca el fin de un curso a la baja que habrá que compensar durante el próximo. Marcelino se presenta como el líder para conseguirlo. En la visita al Martínez Valero, se notó la calma del grupo, que ya tenía asegurada su presencia en el 'top 10' de la clasificación.
De ahí el protagonismo de algunos de los menos habituales en todas las líneas. Jokin Ezkieta en portería, Villalibre arriba, Lekue en el lateral... los actores secundarios expusieron una buena imagen que se vio eclipada por los verdaderos protagonistas, los franjiverdes, que, al fin y al cabo, ganaron merecidamente.
Los 'leones' incluso pudieron haber complicado la permanencia local en caso de haber gozado de más acierto. Principalmente en la primera mitad y después del segundo gol en contra, el esférico rondó el área de Gazzaniga y el cancerbero tuvo que actuar ante disparos no imparables, pero sí peligrosos.
La derrota es pues poco dolorosa para un Athletic que fue testigo de la alegría del Elche, rodeado de sus aficionados en una gesta épica. La franja verde peleó, la franja verde se agarró a sus opciones, la franja verde hizo los deberes, a la franja verde no le templó el pulso y, por supuesto, la franja verde se queda en Primera.