Los fichajes de Kubo y Abe por Real Madrid y Barcelona, respectivamente, han supuesto un auténtico punto de inflexión en Japón.
Y es que contar con presencia de jugadores nipones en los dos clubes más importantes del mundo era hace unos años impensable.
Sin embargo, poco a poco, el fútbol japonés va haciéndose su hueco en la élite y ganando importancia, tanto jugadores, como clubes y la selección. El objetivo está bien claro: ganar el Mundial.
"Nuestro objetivo es tener un combinado nacional capaz de ganar el Mundial en el año 2050", comentó Mitsuru Murai, presidente de la J-League, en el congreso 'World Football Summit Asia'.
Y es que desde los años 90 Japón está apostando fuerte por el fútbol y los Kubo, Abe y compañía son el mejor ejemplo de que las cosas se están haciendo bien.
También la propia Liga Japonesa, en la que cada vez hay más grandes nombres, está progresando a pasos agigantados.
"Tenemos un proyecto a largo plazo que contempla convertirnos en la cuarta liga mundial en 2030", señaló un ambicioso Murai.
A día de hoy, ambas metas parecen más que difíciles, pero conociendo la mentalidad nipona, seguro que pondrán todo de su parte para lograrlas.