"Hay un negro en el Athletic y la gente se siente orgullosa de que lo haya. La sociedad va abriendo la mente. Yo me siento vasco aunque sea negro", explicó.
Y es que Williams siempre supo a qué quería dedicarse cuando creciera. "De pequeño soñaba con ser un gran jugador. Mi mayor aspiración era ser jugador del Athletic", señaló.
Williams habló de su madre. "Los pajaritos de la cabeza me los quita de un guantazo", dijo entre risas.
Porque, al final, una madre es una madre... "Yo tomo las decisiones, pero ella, cuando hay gastos de más, me echa la bronca. Es la jefa, la que lleva las cartillas", continuó.
Por último, quiso dar las gracias a los padres por los valores que le han transmitido y que lleva por bandera desde niño. "Tengo la suerte de que mis padres me han inculcado la humildad y el esfuerzo. Me han enseñado a no olvidar de dónde vengo", concluyó.