Brahim Díaz es uno de esos casos extraños que suceden de vez en cuando en los equipos grandes. El malagueño llegó del Manchester City y se consideró un auténtico robo a los celestes por lo barato que salió y su enorme proyección y clase.
Pero hasta ahora no ha tenido continuidad en el Real Madrid. Siempre que juega, deja un gran sabor de boca en el cuerpo técnico y en la afición, pero Zinedine Zidane no le ha dado la continuidad necesaria para asentarse. En parte, por la gran competitividad que hay en el cuadro 'merengue'.
Por ello, el ex del equipo 'citizen' mira con enorme optimismo el final de esta Liga que ha quedado tocada por la pandemia del coronavirus. Los cinco cambios y la acumulación de partidos son motivación suficiente como para saber que habrá oportunidades para todos de aquí al final de la competición.
Y ahí Brahim espera imponer su eléctrico fútbol. Ese que muestra en las sesiones y siempre que ha podido disfrutar de minutos en Chamartín.
El jugador, que sigue despertando un gran interés en Primera, sigue convencido de triunfar en el equipo blanco y por eso ha rechazado varias ofertas de cesión. Esta es, pues, la ocasión es perfecta para que encuentre su hueco en el once de Zidane y le demuestre al madridismo que puede ilusionarse con su juego en los próximos años.