"La hinchada puede cantar, puede llorar... ¡me importa una mierd*!"

El portero André Onana va de lío en lío. Primero fue el positivo en un control antidoping que le tuvo al margen durante un periodo de tiempo y, ahora, han sido sus últimas declaraciones en 'ESPN' las que le han colocado en la diana.
Onana jugó contra al Sparta de Rotterdam en la última jornada. Su equipo se llevó los tres puntos por 2-1, pero el meta quedó en evidencia por el gol del rival.
A Onana le llovieron las críticas y dijo que no le importa lo más mínimo que las gradas le abucheen. "¿Los pitos? Si te soy sincero, no me importa en absoluto. Si estás enfadado, es tu problema. Si estás triste, es tu problema. Pueden cantar, pueden llorar... ¡me importa una mierd*!", soltó en 'ESPN'.
"No estoy en mi mejor estado de forma, esa es la verdad. Llevaba tiempo sin jugar. La gente puede decir lo que quiera... Yo sé quien soy y lo que he hecho por este club. Es mi vida, ¡déjenme escribir mi historia!", prosiguió.
Y explicó cómo se gestó ese gol del Sparta de Rotterdam, aunque para mucho solo trató de buscar excusas: "Quería ponerle la pelota a Gravenberch. El fútbol se trata de elecciones... Yo hice la mía y estuvo mal, así es el fútbol. Aprendes de tus errores", resumió.
No solo la hinchada le ha criticado por ese gol. Marciano Vink, periodista de 'ESPN', cree que lo que pretendía hacer en esa jugada nada tenía que ver con lo que explicó antes las cámaras. "Dice que tomó una decisión equivocada y que quería jugar para Gravenberch, pero no quería eso en absoluto. En realidad quería pasársela a Edson Álvarez y golpeó mal, haciendo que la pelota fuera a Gravenberch, ¡admítelo!", comentó.