Gélido ritmo de partido, pocas ocasiones de gol y muchas interrupciones: en una frase, este podría ser el resumen de un Leganés-Castellón que pasará desapercibido para la historia del fútbol.
Difícilmente será recordado por algún aspecto el choque de este sábado en Butarque. Un disparo de José Arnaiz, un intento de Jan Bodiger desde la media distancia... y un despeje de balón con la cara de Javi Moyano, lo más reseñable del encuentro.
Asier Garitano apostó por Miguel de la Fuente en el ataque, pero en el descanso dio entrada a Sabin Merino y Borja Bastón para darle algo más de mordida a su equipo. Ni uno lo hizo el principio ni los otros lo hicieron al final. El que lo intentó fue Róber Ibáñez.
Los 'pepineros' cuajaron unos diez primeros minutos a la altura de lo que se esperaba, pero los 'orelluts' fueron durmiendo poco a poco el partido hasta tenerlo donde ellos querían. El punto, pese a que pudieron ser tres en el final, se antoja positivo para el Castellón.
Los de Juan Carlos Garrido, sobre todo en la segunda mitad, fueron ganando terreno con el paso por los minutos y aunque apenas pudieron gritar algún "uy", tuvieron la ocasión del encuentro en el tiempo de añadido.
César Díaz, uno de los últimos en ingresar al terreno de juego, estuvo a punto de sorprender a un Iván Cuéllar que reaccionó con eficacia para mantener el 0-0 en el electrónico y así evitar que el partido, el resultado e incluso esta crónica tuvieran algo de picante.
Mal partido del Leganés ante un rival, a priori, inferior a los 'pepineros', o eso al menos dicen los objetivos de uno y otro. Los de Asier Garitano, no obstante, siguen a solo cuatro puntos del ascenso directo.