Salah es uno de los jugadores más desequilibrantes que hay en el panorama futbolístico. El egipcio, con su sola presencia, mete el miedo en el cuerpo a sus rivales.
En el Liverpool, el delantero ha terminado por explotar y Klopp tiene parte de culpa en ello, un técnico que es capaz de sacar el máximo rendimiento a sus futbolistas.
Esta temporada 2018-19, los 'reds' lograron un gran hito como es ganar la Champions. Salah fue protagonista de la final, ya que abrió el marcador para su equipo a los dos minutos.
Tras una conquista dulce de la 'Orejona', el ariete se fijó como siguiente objetivo la Copa África. El '10' ha cargado con todo un país a la espalda (casi 98 millones de personas) en busca de un sueño.
Después de sacar el billete para octavos, Egipto deberá cumplir ante Uganda, la sorpresa del Grupo A, para pasar como primera y evitar un cruce indeseado. ¿La primera piedra de la ilusión?