Los isquiotibiales son un grupo muscular formado por tres músculos: bíceps femoral, semitendinoso y semimembranoso. Son músculos muy importantes en dos gestos técnicos básicos en la práctica del fútbol.
Golpeo de balón
Se puede dividir en tres fases, la inicial en la que la pierna se prepara mediante una extensión de cadera y flexión de rodilla previo al golpeo de balón; fase principal, durante el golpeo del balón, mientras se va extendiendo la rodilla; y la final en la que se finaliza el golpeo y se acompaña el balón.
Durante la última fase se produce una contracción excéntrica de los isquiotibiales. La cantidad de acciones de este tipo que se producen a lo largo de un partido es lo que hace aumentar el riesgo de lesión en esta zona de la pierna.
Trabajo de carrera
La carrera se divide en dos ciclos: anterior y posterior. Es en el segundo ciclo en el que mayor carga de trabajo se trasmite a los isquiotibiales. El tipo de pisada del deportista también tendrá una influencia clave en las lesiones en los isquiotibiales.
De este modo, en pisadas en las que el talón golpea con el suelo, el estrés de trabajo en la musculatura isquiotibial será mucho mayor que en aquellas en las que sea el metatarso la zona de contacto con el suelo.
Por último cabe destacar que cuádriceps e isquiotibiales funcionan como músculos antagonistas y la descompensación de fuerza entre ambos es muy alta, de ahí que la mayoría de los problemas musculares se produzcan en la parte trasera del muslo.