Ocurrió en el minuto 40. El Osnabrück salió a la contra y se plantó ante Kobel con dos jugadores. El gol estaba cantado, pero contra todo pronóstico, no ocurrió.
Fue una de esas ocasiones que provocan desesperación y desasosiego. Con todo a favor, con el portero vencido y con toda la portería a su disposición, Girth, quien había entrado en el 30', casualmente su número de dorsal, en lugar de Amenyido, falló.
Su tiro pegó en el poste y el balón salió repelido, ante su estupefacción por lo sucedido. Aunque puede encontrar consuelo en el hecho de que, si lo hubiera marcado, probablemente el VAR se lo habría invalidado por fuera de juego.