El cómic 'Casablanca, Madrid, París', del dibujante Óscar Sanz, homenajeará el título de la Recopa de Europa de fútbol conseguido por el Real Zaragoza en 1995 en el año en el que se conmemora el 25 aniversario de aquella gesta.
Esta publicación, de GP Ediciones, está previsto que vea la luz el próximo 28 de abril, pocos días antes del aniversario de la hazaña zaragocista, que tuvo lugar el 10 de mayo de 1995 en el estadio del Parque de los Príncipes de París al derrotar al que era el vigente campeón, el Arsenal, por 2-1 en la prórroga.
Aquel tanto final de Nayim dio la vuelta al mundo por la conjunción del hecho de ser un gol tremendamente espectacular, conseguido con una parábola casi increíble al cielo de París desde unos 49 metros de distancia de la portería, a lo que se unió que fuera marcado prácticamente en el último segundo de la prórroga.
En una entrevista concedida a 'EFE', Óscar Sanz, dibujante y guionista del cómic, señala que la idea fue de Daniel Viñuales y que él la desarrolló.
Dos años ha llevado su confección porque no pudo dedicarse a tiempo completo a este proyecto y por ello el proceso de guion se alargó más de un año, aunque explica que la parte gráfica fue más rápida.
El título del libro es un juego de palabras que quiere rememorar un viaje en avión. Casablanca, por el club zaragozano en el que comenzó como entrenador Víctor Fernández; Madrid, porque fue donde el equipo se ganó el derecho a participar en la Recopa al derrotar en la final de la Copa del Rey de 1994 al Celta y París como final del viaje al obtener el título europeo.
El prólogo, obra del ex zaragocista y actual jugador del París Saint Germain Ander Herrera, fue consensuado junto a la editorial tras barajar varios nombres.
"Personalmente es el que más me gustaba porque era cerrar el círculo. Aparte de que es el zaragocista que más alto ha llegado en los últimos tiempos, su padre, Pedro Herrera, era el director técnico del club en aquel momento y fue muy importante en la confección de la plantilla", ha explicado.
Abonado del Real Zaragoza, Sanz nunca antes había desarrollado un cómic sobre deportes, salvo la historia de un equipo de dardos de un bar, y en esta ocasión su idea no era hacer un recordatorio de la trayectoria en la competición continental sino meterse "más adentro" e investigar cómo se fraguó aquel equipo.
Para ello, ha contado con el asesoramiento de Víctor Fernández, entrenador del equipo en aquel momento, y del periodista Chesus Santamaría.
"En principio desde la editorial me propusieron la idea de iniciar la historia en la promoción contra el Murcia del año 1991, en la que el equipo se salvó del descenso con Víctor como técnico tras haber sustituido a Ildo Maneiro, pero creí que había que retrotraerse al génesis puro, a cómo entra de ayudante de Radomir Antic", comenta.
Óscar Sanz deseaba contar lo que en la literatura se conoce como "el viaje del héroe" porque piensa que se podía entender mucho mejor aquella época.
Su planteamiento es "que le guste al zaragocista pero también que lo disfrute la gente a la que le guste el cómic y a la que le guste mucho el fútbol".
Cuando se produjo el triunfo zaragocista, Óscar tenía 12 años y lo vio por la televisión. "Antes solo había visto un par de partidos. Lo viví con mucha emoción. Me aficioné al fútbol viendo Oliver y Benji. No veía nada del fútbol hasta entonces, en que empecé a pensar que con personas reales tenía que ser la leche. No era tanto la leche pero fui a ver los mejores partidos de la mejor época contemporánea del Zaragoza y siempre es más fácil engancharse con las victorias que con las derrotas", recuerda.
Una de las cosas que más ha sorprendido al autor de su trato con Víctor Fernández es "la cercanía al hablar" del entrenador zaragocista, que también lo es en la actualidad.
"Cuando hay gente famosa parece que tienen un brillo especial y luego te puedes llevar sorpresas, pero en el caso de Víctor fue muy agradable. Se podía hablar muy bien con él, es campechano y tiene una conversación muy interesante", ha desvelado.
Sanz dice recordar que en aquellos tiempos de infancia veía el mundo del fútbol muy distinto a cómo lo ve ahora. El halo que parecía tocar la fama del deporte no tiene nada que ver con lo que ha comprobado en la actualidad, "es más mundano, más terrenal".
"Cuando eres niño te imaginas la cosas de otra forma y hablando con ellos ahora te das cuenta de lo poco glamurosas que pueden ser las tripas en el fútbol, porque se revelan muy cotidianas", agrega.
Sanz señaló que el cómic todavía no está impreso pero que Víctor Fernández ha podido ver páginas y le ha gustado. A este respecto ha descubierto una curiosa anécdota y es que cuando ya llevaba un tercio del libro dibujado la mujer de Víctor le pidió que cambiara la cara del dibujo porque no le acaba de convencer.