Un nuevo escándalo asola el fútbol francés. En los primeros minutos del partido entre el Olympique de Lyon y el Olympique de Marsella, Dmitry Payet recibió un botellazo que obligó a suspender el encuentro.
Tras más de una hora en la que ambos conjuntos se quedaron en los vestuarios, la Prefectura de Lyon aseguró que era el colegiado el que tenía que decidir si se iba a reanudar el partido.
Sin embargo, minutos después, fue la LFP, la organización que regla la Ligue 1, la que indicó a través de un largo comunicado que era la Prefectura la que tenía la potestad para seguir el partido o suspenderlo de forma oficial.
"La Liga lamenta la decisión de reanudar el encuentro Olympique Lyonnais - Olympique de Marseille por parte del Prefecto Regional, como ya fue el caso del AS Saint-Etienne-Angers SCO", publicó después de que saliese a través de los videomarcadores que se iba a reanudar.
En el mismo comunicado, la LFP condenó el botellazo a Payet: "La LFP condena enérgicamente la violenta agresión sufrida por Dmitri Payet durante el encuentro Olympique de Lyon-Olympique de Marsell. Tras esta cobarde agresión, Payet también fue blanco de insultos discriminatorios".
"A pesar de la firmeza de las decisiones de la Comisión Disciplinaria de la LFP desde el inicio de temporada y el trabajo realizado con las autoridades gubernamentales para sancionar más eficazmente a los violentos en los estadio, estas nuevas incidencias graves recuerdan que la seguridad de los partidos es responsabilidad del club local y de las autoridades locales, que son en última instancia los responsables de reanudar o detener definitivamente el encuentro", firmó.
La LFP indicó que se reunirá de urgencia la Comisión Disciplinaria este lunes para determinar posibles sanciones contra el Olympique de Lyon.