El partido entre el Sevilla y el Celta de Vigo se puede resumir en seis minutos. Los que transcurrieron entre el 37 y el 40, a favor del Celta, y los que transcurrieron entre el 71 y el 74, para el Sevilla.
Seis minutos en los que se vieron cuatro goles, dos por equipo. Tantos que sirvieron para refrendar la apuesta que habían hecho los dos conjuntos en el Sánchez-Pizjuán.
Llegó el Sevilla con muchas bajas, con solo 14 futbolistas de la primera plantilla y con la urgencia de ganar para dejar atrás no solo el derbi copero, sino también el partido contra el Valencia.
Fue un partido vistoso, de ida y vuelta pese a que en los primeros minutos no tuvieron que aparecer los guardametas. Pero el ritmo, como es normal, se frenó con la llegada de los goles.
El Celta, mejor en el choque, se adelantó por coraje y colocación. Coraje al recuperar la pelota, colocación la de Cervi cuando Dmitrovic despejó la pelota tras el disparo de Santi Mina.
El más listo de la clase, Iago Aspas, aprovechó la mala colocación de un Diego Carlos que pudo vivir su último partido como sevillista. El brasileño se hundió demasiado y permitió al 'Príncipe de las Bateas' aparecer para poner un 0-2 que podía parecer definitivo.
Se equivocó Coudet y cambió piezas a destiempo, lo que permitió al Sevilla crecerse. Si Tecatito, en su estreno como titular, fue el más peligroso antes de pasar por vestuarios, el Papu lo fue al entrar en el campo.
El argentino bailó, y cómo bailó, a Aspas para poner el balón en la escuadra más lejana de la portería de Dituro. Un impulso que aprovechó el cuadro de Lopetegui, esta vez en casa con COVID-19, para rascar al menos un punto.
Y es que el trampolín que supuso el tanto del Papu lo aprovechó Óliver Torres para conseguir el empate final. El centrocampista metió la puntera para, polémica aparte pues Iván Romero estaba incluso detrás del portero, por lo que no estorbó, poner el 2-2.
Ambos equipos tuvieron ocasiones en el tramo final, pero finalmente se mantuvo un punto que mantiene un pequeño halo de esperanza al Sevilla y deja buenas sensaciones al Celta.