El encuentro no pudo comenzarse a la hora estipulada (20.45) debido a la fuerte tormenta que estaba azotando el estadio, que dejó, entre otras cosas, el césped en condiciones prácticamente imposibles para la disputa del choque.
Las imágenes, publicadas por la propia DFB Pokal, muestran la intensísima lluvia que provocó el retraso del partido, que finalmente pudo comenzarse sobre las 21.30, poco más de 40 minutos después de lo estipulado.
La lluvia fue cesando y el campo, aunque algo castigado, quedó en condiciones para que el choque comenzara a jugarse.
9 de agosto de 2019