El segundo gol liguero de Fabián, fichado por el Nápoles este verano procedente del Real Betis, impulsó una remontada trascendental del equipo de Carlo Ancelotti, que se colocó momentáneamente segundo, a tres puntos de la Juventus.
La victoria en Marassi, determinada finalmente por un desafortunado gol en propia puerta de Biraschi tras una falta lanzada por el portugués Mario Rui, permitió a los napolitanos subir la presión sobre el Juventus, que visitará el domingo el campo del Milan.
Y es que el partido se le había puesto muy cuesta arriba al Nápoles, que golpeó al poste con un disparo de Lorenzo Insigne y recibió pocos minutos después, en el 20', el gol del 0-1, firmado por el marfileño Christian Kouame con un cabezazo.
La desventaja y las condiciones del campo, que empeoraban cada vez más a causa de los charcos provocados por una tormenta de lluvia, complicaban la circulación de balón de un Nápoles que estaba contra las cuerdas.
A la hora de juego, el colegiado interrumpió el partido a causa de las fuertes precipitaciones y esa suspensión terminó siendo fundamental para el Nápoles, que tuvo tiempo sentarse en los vestuarios y recuperar lucidez.
La interrupción duró quince minutos y los 'azzurri' empataron el duelo nada más saltar al campo, cuando Fabián aprovechó una gran asistencia de tacón del belga Dries Mertens para fulminar al meta rumano Ionut Radu.
La diana del andaluz rescató a un Nápoles que allí tiró de orgullo y que vio cómo su entrega fuera premiada en el 86' con la determinante desviación del genovés Biraschi en propia puerta.
Son tres puntos importantes para los napolitanos, ya que les permiten subir la presión tanto sobre la Juventus como sobre el Inter de Milán, que deberá ganar el domingo en el campo del Atalanta para alcanzarles en la segunda posición.