Borja Iglesias es muy feliz en el Betis. De hecho, cree que acertó de pleno dejando Vigo atrás.
"Salir del Celta fue la mejor decisión de mi carrera. Ha marcado el resto de mi carrera. En ese momento estaba muy enfadado por la situación y ahora, muy agradecido porque mi vida ha cambiado", declaró en una jornada telemática de la Federación Gallega de Fútbol en la que también participaron el portero Diego López y las jugadoras Vero Boquete y Tere Abelleira
El atacante bético, que pasó del Celta al Real Zaragoza -cedido- y luego fichó por el Espanyol antes de recalar el pasado verano en el Betis, indicó que la vuelta del fútbol tras el parón por la COVID-19 "puede ser una pequeña terapia" para la sociedad.
"Con lo que conlleva el fútbol y cómo lo vivimos en este país, creo que puede ayudar después de esta etapa que ha sido dura y con mucha gente enferma", señaló.
Borja Iglesias indicó que "el país tampoco puede estar mucho más tiempo parado" y consideró que el regreso del fútbol puede contribuir a ese "movimiento" que, a su juicio, se necesita.
"Creo que hay que volver porque lo necesita mucha gente. Creo que puede ser un punto de inflexión para que la gente pierda un poco de miedo e intente reactivar su vida, sus trabajos, pero con seguridad para todos porque no estamos hablando de una broma", subrayó.
El delantero consideró que la vuelta a la competición va a ser "dura" porque a los jugadores les está costando retomar el trabajo tras dos meses parados.
"Tengo compañeros que han entrenado en cinco metros y medio de pasillo. Yo tengo jardín en casa y aun así lo estoy notando. Han sido días muy duros y de trabajo muy exigente", comentó.
Además, indicó que el parón por el COVID-19 le ha "servido" para reflexionar y darse cuenta de que se "estaba agobiando de más" por no haber hecho goles.