Martes, 11 de diciembre de 2018. Anfield celebraba que su equipo iba a estar en los octavos de final de la Champions League con un 1-0 ante del Nápoles, pero aún quedaba tiempo en el crono.
El partido, en ese momento, podría haber ido con un marcador de goleada, pero el Liverpool desperdició infinidad de ocaciones. Sin embargo, un gol de los italianos podía dar la vuelta al grupo.
Con el recuerdo de la final perdida poco más de medio año antes, los 'reds' no querían dejar pasar una nueva oportunidad. Si el curso pasado un portero les privó de esa gloria, en este se la iba a dar.
Ya en el tiempo añadido, Alisson Becker demostró una vez más por qué había sido el elegido para tomar el relevo de Loris Karius. Un silencio sepulcral se adueñó de todo Anfield.
Arkdiusz Milik, que había entrado en la segunda parte, recibió el balón dentro del área. Lo tenía todo de cara para hacer pasar al Nápoles como segundo de grupo, solo necesitaba el empate.
Entonces, la figura de Alisson apareció ocupando toda la portería. Con su brazo derecho completamente extendido evitó la caída de los 'reds' a la Europa League.
El resto, es historia conocida. En octavos aperaron al Bayern, en cuartos golearon al Oporto. La infartante remontada al Barcelona, en semis. Y, al final, el Metropolitano fue testigo de cómo el Liverpool levantó su sexta Champions ante el Tottenham.
Ahora, el Liverpool recibe al Nápoles en la primera jornada de una nueva edición de la Champions. Pero esta vez no podrá contar con el brasileño, que termina de recuperarse de su lesión.