Sus últimas cuatro temporadas fueron una montaña rusa. Kevin-Prince jugó en Alemania, Italia, España, de nuevo Alemania y, finalmente, ahora lo hace en Italia. No ha tardado en asumir galones en el Sassuolo y en mostrar su mejor versión, Italia inspira al talentoso centrocampista de 31... aunque, más que Italia, lo hace la comida tradicional del país lombardo.
Hace unos días, Kevin-Prince reveló sin rodeos que la gastronomía italiana le había empujado a regresar al 'Calcio'. "¿Por qué volví a Italia? Aquí hay pasta, muy buena pasta. La comida tan buena no es normal, tienes que tener incluso comida para engordar. Fui a comer a un restaurante y estaba tan bueno todo que incluso entré a la cocina y abracé al cocinero".
Y parece que ese reencuentro con la pasta italiana que tanto adora le está inspirando sobre el campo. Boateng, que con el paso de los años se ha mostrado más maduro y profesional, acumula en cinco partidos la mitad de los goles que anotó durante los 36 choques del pasado curso en el Eintracht de Frankfurt.
A estas alturas, Kevin-Prince ya ha visto puerta en tres ocasiones... tan sólo habiendo disputado 429 minutos en cinco partidos. Su registro el pasado curso, en el que tuvo bastante importancia en el Eintracht de Kovac, fue de seis tantos y dos asistencias en 36 partidos.
Este viernes su equipo se mide al Empoli, uno de los clubes que peor inicio de temporada está firmando en Italia. Otra oportunidad más para que Kevin-Prince siga dando razones para creer en una resurrección que le acerque al nivel que mostró vestido de 'rossonero'.