Pese a que la nueva directiva del Dinamo de Bucarest prometió solventar la situación económica del club, la realidad es que el club rumano sigue inmerso en sus problemas financieros.
Después de que la afición tirara del carro para evitar la bancarrota, tras recaudar 360.000 euros y recibir a cambio un 10% de participación del capital del club, los jugadores han decidido plantarse.
Pese a que en verano llegaron hasta 14 fichajes, entre los que se encuentran los españoles Borja Valle, Isma López, Tomás Mejías, Juan Cámara, René o Aleix García, la mayoría de ellos, además de técnicos y empleados del club llevan meses sin cobrar.
Por eso, tal y como recoge el diario 'AS', la plantilla del primer equipo ha decidido tomar medidas tajantes y dejar de competir. Y es que la situación deportiva tampoco es que vaya mejor, con el equipo penúltimo en la clasificación de la Liga Rumana, ya que sus condiciones para poder entrenar son precarias y la falta de recursos se nota en el día a día.