La Ponferradina se reencuentra con la victoria ante el Numancia casi cuatro meses después

Tres meses y once jornadas después, la SD Ponferradina ha sumado una sufrida victoria (1-0), que por momentos le aleja de la amenaza del descenso, a costa de un Numancia que ha estropeado en El Toralín una trayectoria fructífera como visitante de casi cuatro meses.

Los sorianos, que habían vencido en sus dos últimas visitas a Ponferrada y no perdían ante los leoneses desde la primera campaña de éstos en la Liga Adelante, se colocan en una incómoda posición, cercanos a las plazas peligrosas de la clasificación, mientras que su rival toma oxígeno y continúa fuera del descenso.

La buena salida permitió a los locales trenzar una primera llegada, sin que se cumplieran los dos minutos, con un pase a placer de Acorán que no acertó a rematarBerrocal en boca de gol y con todo a su favor.

El prometedor arranque se fue diluyendo merced a un mayor control soriano del centro del campo con un omnipresente Julio Álvarez que dirigía y corregía también la colocación a sus compañeros hasta crear la primera ocasión en el minuto 7, con un contragolpe mal culminado por Alex Alegría, a la media vuelta, por encima del larguero.

El resto de primera mitad ofreció voluntad y chispazos de mayor intensidad que en otras citas de los leoneses, pero idéntica falta de llegada ante un Numancia bien colocado y escasamente inquietado, salvo por las intenciones sin fruto de su rival.

El miedo a perder encogía a ambos equipos, más a una Ponferradina que seguía sin llegar con peligro y que incluso tuvo un susto en una indecisión del meta Moldovan en una escapada de Pedraza quien, en pugna con Miquel, envió por encima del larguero, en el preámbulo de un disparo al borde del área de Aguza excesivamente centrado.

Ambos entrenadores movieron su banquillo buscando más mordiente, sobre todo el local con la entrada del atacante liberiano Willian Jebor, mientras que en los visitantesJagoba Arrasate cambió de punta con Aquino en el lugar de un oscurecido Alegría.

Precisamente, la entrada del capitán de la selección de Liberia dio pronto resultado porque una galopada de éste le sirvió para ceder atrás y aprovechar la llegada en solitario del suizo Vullnet Basha, quien batió a Munir a falta de un cuarto de hora para el final.

Instantes después, en otro contragolpe local, Berrocal cedió a Aguza para que el remate de éste, ajustado al poste, fuera detenido con apuros por el guardameta soriano, antes de que el conjunto visitante agotara sus cambios con el debut del recién llegado Dalmau.

Los nervios locales y la falta de precisión a la hora de sentenciar a la contra permitieron al Numancia disfrutar de una clara ocasión para el empate, justo con el tiempo cumplido, con un remate al borde del área de Pedraza que sacó con una mano Moldovan.