El centrocampista argentino llegó a las filas del conjunto oscense el pasado verano. Fue una apuesta del director deportivo, Emilio Vega, a pesar de que arrastraba una sanción en la pretemporada.
Esta campaña su situación ha cambiado. Pese a ser importante en los esquemas del Huesca en Primera, con la llegada de Míchel al banquillo, el argentino se encuentra en una posición incómoda, pues no cuenta para el técnico.
A ello se le suma la cláusula de corte del Huesca. Y es que, si la FIFA confirma la sanción por dopaje, algo que podría suceder en las próximas semanas, según informó 'AS', su vinculación con el jugador habrá terminado.
Musto fue inhabilitado siete meses en junio de 2017 por el consumo de diuréticos cuando jugaba en Rosario Central. Con Tijuana cumplió una parte de la sanción, por lo que podría cumplir la otra parte en este mismo 2018 después de que la FIFA recurriese al TAS y pidiese una sanción de un año y diez meses.