Hace no mucho tiempo, la Premier League era una competición disputada, que casi cualquiera podía vencer. Lo hizo el Chelsea, y un año después coqueteó con el descenso, y también lo logró el Leicester, una gesta imposible de imaginar en otro país.
En las últimas campañas, sin embargo, las desigualdades han aumentado. O más bien el tino a la hora de fichar. Aunque todos los equipos tienen dinero disponible para fichajes, unos aciertan más que otros.
Por ello, el Manchester City y el Liverpool han ido distanciándose de Tottenham, Chelsea, Arsenal o Manchester United. No es que estos no hayan gastado, pero no han sabido invertir bien.
Desde que Guardiola y Klopp están al mando en estos equipos, la Premier ha ido cambiando poco a poco. A ambos les costó un poco, pero ya casi tiranizan la competición.
La 2018-19 se la jugaron a ver quién fallaba menos y esta 2019-20 ha comenzado casi igual. Una situación que recuerda a las Ligas que se disputaban Madrid y Barcelona con Mourinho y Pep en España hace no mucho.
En el país hispano, las distancias se han acortado, aunque el Barcelona ha seguido mandando como norma general. Una Liga que últimamente parece más una Premier que otra cosa, con Valencia, Atlético o Sevilla a un gran nivel y creando muchos problemas a 'merengues' y 'culés'.
En Inglaterra, el Liverpool parece disparado a por un título de Premier que no ha ganado nunca. Todo lo contrario que el Manchester City, campeón en las últimas deciciones pese a la insistencia 'red'.