En el Ciutat de València no van a parar durante este verano. El Levante, club que ha pedido empezar la Liga fuera de casa, quiere seguir mejorando su templo y cambiará sus banquillos al estilo que hay en la Premier League, incrustados en la grada.
Esto tiene su porqué. La instalación del VAR, que se instaurará esta próxima campaña, y la baja visibilidad que tienen los aficionados en la primera fila son los motivos tras esta decisión.
Aunque lo más notable será el terreno de juego. La superficie del césped se bajará unos 60 centímetros por motivos de seguridad, ya que es la altura necesaria para que la ambulancia pudiese entrar sin problemas al estadio.
El Levante ya ha llevado a cabo algunas reformas en años anteriores. Se cambiaron todas las butacas de las gradas, el videomarcador y se pusieron lonas que cubren toda la fachada con iluminación incorporada.