Nubes negras asolaban el cielo de la Ciudad Condal. Tras dos años rindiendo por debajo de su nivel, el equipo por entonces entrenado por Fran Rijkaard terminó la temporada 2007-08 tercero, a diez puntos del Villarreal (segundo), y a 18 del Real Madrid, dominador de LaLiga.
El 4-1 con ‘pasillito’ en el Santiago Bernabéu fue la gota que colmó el vaso y, en plena crisis institucional, el Barcelona decidió destituir al técnico holandés e iniciar un nuevo proyecto. Laporta, asesorado por el ex entrenador y leyenda 'culé’ Johan Cruyff, apostó por un entrenador de Tercera División para que tomase las riendas del conjunto azulgrana.
Pep Guardiola había estado entrenando previamente en La Masía, pero no tenía ningún tipo de experiencia más allá de las categorías inferiores del fútbol. Junto a él, la directiva trajo a Gerard Piqué, Dani Alves, Martín Cáceres, Seydou Keyta, Hleb y Henrique, subiendo al mismo tiempo a Sergio Busquets y Pedro del filial. Sin embargo, el ruido lo produjeron las salidas: Ronadinho y Deco abandonaron el cuadro 'blaugrana' por la puerta de atrás.
En este contexto y tras una pretemporada primordialmente de gira por Estados Unidos, el Barcelona tenía en la fase previa de la Champions sus dos primeros partidos oficiales del curso. Sin Messi, fuera casi todo el mes de agosto de 2008 mientras se proclamaba campeón olímpico en China, los de Guardiola golearon al Wisla de Cracovia 4-0 en la primera tanda en el Camp Nou.
Eto’o, por partida doble, Xavi y Henry hicieron unos tantos que otorgaron tranquilidad a los favoritos para cumplir a su cita con la lógica y jugar la máxima competición europea en la campaña 2008-09. Una vuelta que, contraria a las intenciones del entrenador de Sampedor, terminó por sacarle los colores al conjunto catalán.
El día 27 de agosto, Wisla y Barcelona jugaron la vuelta. Sin el astro argentino y con un resultado muy favorable, los visitantes alinearon a un equipo titularísimo a pocas horas de debutar en Liga, pero con la necesidad de seguir ahondando en una filosofía muy particular con la que coreografiar el sentido de la pelota.
Valdés, Gerard Piqué, Carles Puyol, Dani Alves, Eric Abidal, Yaya Touré, Xavi, Seydou Keita, Iniesta, Thierry Henry y Eto'o fueron los elegidos para representar a un cuadro 'culé' que salió derrotado (1-0) del césped del Henryk Reyman. Tampoco puedo remediar nada Bojan Krkc, quien salió en la segunda mitad y que al día siguiente cumplía 18 años, siendo una de las grandes promesas de Europa.
"Un Barça indolente, lento, perezoso y especulativo jugó a verlas venir desde el primer minuto, a contemporizar con su fútbol de toque, mientras renunciaba a cualquier sobreesfuerzo para llevarse el choque", escribió el diario 'El País' por aquel entonces sobre la aventura en tierras polacas.
Dos disparos blandos de Henry en sendas jugadas aisladas fueron los únicos acercamientos del Barça en la primera mitad. Para la segunda parte, Cleber conectó un remate de cabeza a la escuadra y batió a Valdés. Piqué y Bojan tuvieron el empate, pero Guardiola acabó sufriendo su primera derrota al frente del equipo.
Entonces emergieron leves críticas marcadas por un cambio de rumbo en el ya latente estilo que reflejaban los futbolistas sobre el tapiz. "La jugada más representativa de lo mucho que queda por trabajar en entrenamientos y partidos es la temeraria cesión de Piqué a Valdés", señaló en sus páginas 'Mundo Deportivo’, sobre el intento azulgrana de sacar la pelota desde atrás.
"Igual de incomprensibles fueron algunos regates innecesarios en el área propia de Piqué y Abidal y hasta el propio Puyol, que mantuvo alto el nivel de intensidad, se dejó llevar en alguna ocasión por los nervios en defensa y se complicó la vida con el balón en los pies", añadió el rotativo catalán.
"La solución, un patadón"
"Está bien salir con el balón jugado y hacer todo lo que pueda hacerse con el balón pero, a veces, la mejor solución es dar un patadón y mandar la pelota a la grada", apuntó 'MD' en la contracrónica del partido, y añadió: "Lo que sea, menos regatear en el área, perder la pelota y regalar una ocasión de gol al rival".
Pep Guardiola era un desconocido en los banquillos y eran los primeros pasos de un plantel que hacía muy poco que había empezado a andar, por lo que Carles Puyol salió en la resaca del encuentro a defender a sus compañeros: "No podemos ir de un extremo a otro. Ni antes éramos tan buenos ni ahora tan malos. Yo tengo mucha confianza en el equipo y en poder ganar títulos".
En la antesala de la gloria y tres días después de la primera derrota de la 'era Guardiola', el Barça perdió en el debut liguero en Los Pajaritos y empató a uno en casa en la segunda jornada ante el Racing de Santander. Dos resultados que agudizaron las dudas en el entorno 'blaugrana'.
Los catalanes estuvieron cerca de tocar fondo, pero su reacción sentó las bases de un equipo campeón. Nueve partidos consecutivos ganando animaron una seria candidatura que ciertos sectores negaron con el inicio de la temporada. El 19 de diciembre de 2009 y en su primera campaña al frente de la institución, el de Sampedor convirtió al Barcelona en el primer club de la historia en conseguir seis títulos en un año natural.