Fernando Gago tuvo tan mala suerte en su primer partido como futbolista del Real Madrid que se sentó justo donde debía hacerlo David Beckham. El inglés fue benévolo con él y le asustó al principio para, luego, darle confianza. Así fue como empezó una buena relación cuyos orígenes relató a 'Contar la vida', de 'DeportTV'.
"La primera vez que voy a un partido, me puse delante de un micro, en un lugar que estaba vacío porque me daba vergüenza sentarme al lado de grandes jugadores. Me siento, me pongo delante del micro, y le veo venir y pienso: 'Se va sentar aquí, este va a ser su sitio", comenzó explicando el ahora entrenador de Racing.
"Bajé la cabeza y se para, me mira y le pregunto si ese era su lugar. Me dijo que sí y me quité enseguida. Me dijo que me quedara en el sitio, fue todo muy natural. Tuvimos muy buena relación durante seis meses y terminamos viajando siempre juntos", continuó antes de analizar su etapa de blanco con más perspectiva y recordar cómo vivió la muerte de su padre.
"Eso me hizo crecer de golpe. El único que ingresaba dinero en casa era yo. Por suerte, lo tomé con mucha naturalidad. Mi papá estuvo 22 días ingresado. Yo no falté ninguno a los entrenamientos y dormía en el hospital todos los días. Mi rendimiento bajó y, entonces, mi mamá escuchó a un periodista criticarme... ¡Mi hermano quería ir a buscarlo a la radio!", dijo.