La historia del malagueño está señalada de capítulos incómodos con entrenadores. El primero de ellos, Unai Emery. El técnico ahora 'gunner' quiso justificar sus ausencias aludiendo a su tendencia al sobrepeso. Hoy en Valencia se tiran de los pelos. Pero su historia de escalar muros no comenzó ahí.
Fue en el Málaga, en la temporada 11-12. Acababa de fichar por el equipo de su tierra, que estaba armando un equipo ambicioso. Isco, a sus 19 años, era suplente y nadie se extrañaba. Julio Baptista, ahora 'Hulio', antes 'La Bestia', acababa de salvar a los blanquiazules el año anterior, era indiscutible. También Cazorla y Joaquín. No había hueco para 'experimentos'.
Pero llegó la rara lesión del brasileño. Fractura del sesamoideo de su pie derecho. Un hueso del tamaño de un guisante que le llegó a tener hasta 16 meses sin jugar. Se avecinaba drama. Hasta que Isco lo solucionó todo.
Porque entonces Manuel Pellegrini, hasta ese momento poco amigo de darle la camiseta titular, ya que no apostaba mucho por la cantera, tuvo que claudicar ante él. La respuesta del malagueño fue inmediata: partidazos para sacar puntos y exhibiciones individuales.
Su estela creció hasta el punto de que Cazorla, llamado a ser la estrella, le reconoció públicamente grandes encuentros como uno disputado en Santander. La afición de La Rosaleda eligió a su nuevo ídolo y el 'Ingeniero' no tuvo más remedio que seguir dejándolo en el once.
La historia de Isco desde entonces es bien sabida: fue elegido Golden Boy y ello le valió el salto al Real Madrid. En el Bernabéu no siempre lo tuvo fácil, aunque con todos sus entrenadores acabó jugando.
Y es el destino que parece abrírsele ahora de nuevo con Santiago Solari. El actual entrenador blanco ha dejado claro que no es de sus favoritos. Sin embargo, la plaga de lesiones, con Vinicius como último en caer, le señala como más que candidato a ser titular ante el Betis.
Y si algo ha dejado claro Isco es que se crece en los escenarios complicados. Sobre todo cuando se trata de mantener un pulso futbolístico con un entrenador.