La Real Sociedad dice adiós a Europa con orgullo

Llegaba de una mala racha de resultados la Real Sociedad, algo despistada en Liga, goleada en San Mamés... Pero el orgullo estaba ahí, y unos octavos de Europa League no son cualquier cosa. Eso estaba en juego, pero no dio para superar a un RB Leipzig que aspira a dar la campanada este año.
El equipo alemán fue superior en el resumen de la eliminatoria, tanto en su casa como en Anoeta, donde dominó de cabo a rabo en la primera hora de encuentro. La Real de Imanol se lo creyó con el gol de Zubimendi, que recortó distancias a falta de más de 20 minutos para finalizar el duelo.
Sin embargo, fue un espejismo. El RB Leipzig comenzó mandando desde el principio. En los primeros minutos, de hecho, Ryan tuvo que salvar los muebles en un par de buenas intervenciones para capear el temporal. Klostermann no acertó a definir en el mano a mano y el 0-0 se mantuvo casi llegado el descanso.
Fue creciendo la Real Sociedad, que elevó sus líneas de presión para salir de su zona de confort. En la ida, jugar más replegado le salió bien, pero esta vez, en Anoeta, se le notaron mucho las costuras en defensa al equipo de Imanol Alguacil. Y Ryan se equivocó en el 37', con un penalti tonto que aprovechó el RB Leipzig.
Nkunku se adentró en el área y el guardameta australiano, al ver que ese balón se iba largo, se lanzó a ras de suelo, derribó a su rival y, pese a que repelió el penalti de André Silva, Orban marcó en el rechace. Estuvo más vivo e inteligente que el resto para instalar el 0-1 justo antes del intermedio.
En el segundo tiempo, la Real Sociedad parecía mejorar sus sensaciones en ataque. Isak, que llegó forzado a la cita, despertó de su letargo. Pero, tras unos minutos positivos, el RB Leipzig volvió a coger las riendas del partido y Dani Olmo avisó con un zapatazo sensacional que obligó a Ryan a estirarse.
Ya en el 59', en otra contra del RB Leipzig, André Silva encontró un resquicio desde la frontal para buscar el lanzamiento y fusiló las redes del conjunto 'txuri-urdin'. Un merecido 0-2 que anestesió más todavía a la Real Sociedad, pero un balón parado reactivó a los donostiarras y, sobre todo, a la afición de Anoeta.
Corría el minuto 65 y Zubimendi logró anotar entre el barullo dentro del área y tras una prolongación de cabeza de Oyarzabal. Señalaron fuera de juego, pero era completamente legal y, tras la revisión del VAR, el 1-2 acabó subiendo al marcador y dio esperanzas a los vascos.
Januzaj, que salió en la segunda parte, sacó a relucir su magia en un disparo de falta lejanísimo que casi sorprende a Gulácsi e Isak rozó el empate que hubiera forzado la prórroga con la testa. Por contra, Forsberg terminaría finiquitando la eliminatoria en un penalti por mano de Elustondo casi cumplido el 90'. Estuvo ahí el 2-2. Se escapó por poco. Adiós a Europa, pero con orgullo.