'El Bayern antes y después de Flick', ese puede ser el título que dé nombre a la irregular temporada del conjunto muniqués. Y es que, si bien los comienzos fueron bastante duros, ahora parece ser que los aficionados han recuperado la sonrisa.
Se hacía raro ver caras de angustía cada fin de semana en el Allianz Arena por el juego y los resultados del equipo bávaro. Pero eso ya parece ser cosa del pasado. La abrumadora derrota por 5-1 ante el Eintracht de Frankfurt supuso un punto de inflexión en el equipo. Ahora ,con Flick, los jugadores parecen ser otros.
Cuatro victorias hasta la fecha, 16 goles a favor y ninguno en contra: 2-0 con el Olympiacos, 4-0 ante el Borussia Dortmund, 0-4 frente al Fortuna Düsseldorf y 0-6 contra el Estrella Roja.
Los números del nuevo técnico le avalan como un entrenador para el futuro, y por el momento tiene la confianza y el respaldo de la directiva para seguir adelante con el proyecto.
Flick centra su técnica en la comunicación. Al buscar constantemente el diálogo con los jugadores, el alemán se asegura de que tanto el entrenador como el equipo vuelvan a formar una unidad.
Es por ello que, pese al poco tiempo que lleva, Flick ha conseguido ganarse el respeto de todos y cada uno de los componentes de la plantilla.
Al buen clima interno que ha creado el nuevo preparador del Bayern ahora se le suma el gran rendimiento deportivo. Una combinación perfecta para que el Bayern vuelva a ser lo que era.