Parecía algo imposible que ambos fueran capaces de recuperar su mejor versión, pero demostraron con creces que están ahí cuando se les necesita.
Tanto Isco como Kroos se pegaron un buen calentón en el Camp Nou. Subieron cuando había que atacar y bajaron cuando había que defender.
Un partido muy completo que le faltó únicamente el gol. Ese tanto que hubiese terminado por decantar la balanza en favor del Madrid, que dio un buen repaso al Barça.
Hay que destacar que la situación del malagueño y del alemán no era muy buena hace unos meses. En el caso del de Arroyo de la Miel, la suplencia era su día a día.
Incluso también hubo veces que o no fue convocado o se quedó sin jugar. Pero por arte de magia, Zidane le dio la titularidad ante el PSG y desde ahí no se ha bajado del once inicial.
En cuanto a Kroos, el germano, un fijo del entrenador, necesitaba hacer un buen encuentro ante el Barça para confirmar su mejoría. Estuvo atento a todo y armó a su equipo junto a sus compañeros en la medular.
Y es que el medio campo del Madrid se comió completamente al azulgrana. La superioridad de jugadores era evidente, tal y como se vio sobre el césped.
Ambos futbolistas hicieron un gran partido y a buen seguro que Zidane se marchó satisfecho con el trabajo de los dos. Ahora, toca seguir trabajando para no dormirse en los laureles.