Los aficionados de Chelsea y Arsenal están que trinan. Y no les falta razón. Tras el logro de colarse en toda una final de la Europa League, la gran mayoría de sus seguidores tendrán que seguirla a distancia.
La UEFA sólo repartirá unas 6.000 entradas para cada club, siendo la capacidad del Olímpico de Bakú de casi 70.000 personas. Es decir, más de 55.000 entradas serán administradas por la propia UEFA.
Las quejas no se han hecho esperar, pero si el enfado era considerable, tras la razón dada por el ente no parece haberse reducido.
En un escrito, la UEFA explicó que el aeropuerto de la capital de Azerbaiyán sólo puede acoger a unos 15.000 aficionados visitantes en un mismo día. Tras esto, se plantean varias preguntas.
¿Por qué entonces se eligió y se mantiene dicha sede? Y los propietarios del resto de las entradas que gestionará el ente, ¿cómo y cuándo llegarán a Bakú?
Pero no sólo los afectados se han quejado. Jürgen Klopp, que disputará la final de la Champions al frente del Liverpool en Madrid, también cargó contra las últimas decisiones de la confederación europea.
10 de mayo de 2019