Comenzó regular el partido para los de Spaletti. Holzhauser adelantaba al Austria de Viena al cuarto de hora de partido, y provocaba una mueca de incredulidad en el Olímpico de Roma.
Por suerte, ahí estaba Stephan El Shaarawy para arreglar la papeleta. Suyos fueron el primer y segundo gol 'giallorossi', a los tres minutos del 0-1, y pasada la media hora de juego el segundo, éste a pase de 'Il Capitano' Totti.
Para colmo de males austriacos, Almer cayó lesionado con el empate en el marcador. Le sustituyó Hadzikic.
En la reanudación Florenzi amplió la ventaja hasta un contundente 3-1. Mejor dicho, aparentemente contundente. Porque la Roma tiró el partido por la borda en los últimos diez minutos, concretamente en dos infames minutos.
Los cambios de Spaletti no surtieron efecto, y la Roma sufrió al final. Salah no suplió bien a El Shaarawy, Emerson tampoco a Florenzi, y antes del desastre también entró Dzeko por Iturbe.
En el 82 Prokop recortaba distancias, y dos minutos más tarde Kayode igualaba una contienda que parecía imposible de empatar hacía un cuarto de hora.
El silencio se adueñó del Olímpico de Roma. Pero de nada sirve lamentarse. Han volado dos puntos, y uno de ellos viaja ya hacia Viena.
La Roma sigue como líder del grupo, empatada a puntos con su rival de esta noche, ambos con 5. El Astra Giurgiu rumano, que ha ganado al Viktoria en Plzen, trepa hasta el tercer puesto, con otros tantos puntos.